2021

El mundo se presentó como razonable por un par de minutos… 

Parecía que la pandemia aflojaba. Pero aflojamos todos en la libertad, sentido común y manipulación.

Se armaron los putazos en el capitolio. El mejor ejemplo de branding de la democracia se encontró a golpes con el sistema. Por eso se dice que el truco consiste en contar los votos; y no en el sufragio.

USA se sale de Afganistán. O sea… no termines pedos que tu no empezaste. Por lo menos no a lo pendejo.

El deporte muestra el estrés mental. Si bien esto no era claro o de plano no existía en mi generación, hubo deportistas que alegando salud mental dijeron a la chingada. En el mundo corporativo no fue tan diferente.

Harry y Meghan. Este wey se va a dar un tiro. Totalmente castrado. Mas jalan un par de tetas que un par de bueyes una carreta.

Violencia en Atlanta y otras ciudades. Parecía de película que en un suburbio predominantemente blanco yo tuviera que estar preparado por si las flais con una Beretta 9mm. Eso de «nunca me sucedería a mi» es bastante relativo.

Mas #metoo. Sigue la hipocresía de morras que tomando ventaja de sus nachas lograron puestos o roles a través de weyes que nunca se preguntaron: «que es lo peor que puede pasar?» El impulso sexual es tan cabrón como la ambición.

¡Millonarios al espacio! El éxito económico trae juicios y critica. Pero sobra quienes quisieran cinco minutos con Bezos o Brandon.

Por mi parte… Amor, desamor, putazos en el gym, covid de tres semanas, poca chamba, mucha chamba, cortar el césped, pagar taxes, ver a mi familia, alejarme de todo, regresar a todo (temporalmente) fumar puro y reconocer de nuevo que la vida tan solo va.

Que en 2022 la pandemia te tenga miedo a ti.